sábado, 5 de diciembre de 2009

Héroe de dos patrias

Por Alvaro Alba
Periodista especializado en asuntos rusos. Acaba de terminar El enviado del Departamento Internacional, sobre Ramón Mercader y el asesinato de Trotsky.

El más aristocrático de los príncipes rusos y el más exitoso de los agentes del Kremlin. Viacheslav Vasiliechiv Tijonov ha fallecido. Las condolencias por la muerte del actor quien murió en Moscú a los 82 años de edad, fueron enviadas por el Presidente Dimitriv A. Medvedev y el primer ministro Vladimir V. Putin. Tijonov es recordado por su actuación en la serie de televisión 17 instantes de una primavera, símbolo —en la época de la Guerra Fría— del exitoso agente de los servicios secretos del Kremlin infiltrado en los altos mandos nazis. Fue tal el impacto que se convirtió Stirlitz en un héroe, lo mismo en Moscú que en La Habana. Aquel impávido, fiel, calculador y analítico agente era el prototipo del espía soviético. Pero también deslumbró Tijonov cuando interpretó al aristocrático príncipe Andrei Bolkonski en La Guerra y la Paz, cinta que logró un Oscar en 1968. Su carrera se remonta a 1948 cuando fue uno de los héroes del Komsomol en la epopeya de La Joven Guardia.

En 17 instantes de una primavera como coronel de la inteligencia militar Maxim Maksimovich Isaev, el Standartenfuher Max Otto von Stirlitz impidió las negociaciones entre Estados Unidos y la Alemania nazi finalizando la Segunda Guerra Mundial. La película salía al aire en 1973. Entre las leyendas del Kremlin existe la de que Leonid I. Brezhnev, entonces secretario general del PCUS, ordena condecorar al héroe de la cinta. Cuando se le informó que el personaje en cuestión era la sumatoria de varios casos de agentes en un solo personaje de ficción, ordenó entregar la estrella de oro de Héroe del Trabajo Socialista a Tijonov. Tuvo las máximas condecoraciones del país: Orden Lenin, Revolución de Octubre, los Premios Estatales y Lenin, una medalla del KGB y la exclusiva categoría honorífica de Artista Popular de la URSS. Desaparecida la URSS obtuvo las órdenes Servicio ante la Patria, de Cuarto y Tercer Grado, Orden de Honor y Premio Presidencial.

Desde que fue Stirlitz, se convirtió Tijonov un actor venerado por gran parte de los personajes del Kremlin; desde Brezhnev hasta Putin. Y debido a su personificación de un espía soviético modelo, un héroe del espionaje, caballero de capa y espada. Fue protagonista en otras cintas sobre el espionaje soviético como TASS esta autorizada a informar, Expansión, Una bomba para el señor presidente, etc.

Todas esas obras, incluida 17 instantes salen de la pluma de Yulian Semionov, quien compartió pupitre en la década de los 50, en el Instituto de Estudios Orientales de Moscú, con Evgueni M. Primakov, ex jefe del espionaje ruso y ex canciller. Curiosamente, nadie sabía entonces, que Semionov, siempre con el beneplácito del KGB, venían labrando el camino de la Perestroika rompiendo con el estereotipo del enemigo. No es de extrañar que Semionov terminara en el equipo de avanzada que le preparaba los discursos a Mijail Gorbachov. En la Lubianka le brindaban el material, y Semionov fabricaba los héroes. Pero aunque se confiaba en el actor, no todos en el Kremlin confiaban en el escritor. Ya para finales de los 60, el ideólogo de turno en el Kremlin, Mijail A. Suslov pidió detener la proyección de la serie por el alto índice de aprobación y admiración que tenían los personajes negativos: Walter Schellenber, jefe del contraespionaje alemán, y Heinrich Müller, jefe de la Gestapo. Pero lo que más molestaba era la recia personalidad del Stirlitz que interpretaba Tijonov. (Ya desde entonces y también en el debido silencio de los servicios especiales se establecía unas distancia entre Vladimir Putin y la gerontocracia).

Pocos personajes han tenido la influencia de Stirlitz en la sociedad y la cultura soviética y ahora en la rusa. Son miles las bromas que se escuchan en Rusia (una de las mejores decía que Stirlitz no estaba obligado a hacer cola para saludar al Fuherer debido a su condición de Héroe de la Unión Soviética), y en otra época en la URSS donde Stirlitz es siempre el héroe; mofándose de nazis, autoridades soviéticas y rusas. Putin, dicen sus biógrafos, consideraba a Isaev/Stirlitz, su modelo de héroe – el espionaje soviético y Alemania. Su última filmación fue en la segunda parte de Quemados por el sol, un drama sobre las purgas estalinistas que debutó en 1994 y también fue Oscar a la mejor película extranjera. Esta segunda parte saldrá el venidero 9 de mayo, Día de la Victoria sobre el fascismo, y nadie duda del éxito de la cinta que en ambas ocasiones condujo Nikita S. Miljalkov. Irónicamente el actor del agente Isaev/Stirlitz terminó su obra rodando la segunda parte de una cinta donde agentes del espionaje y la seguridad soviética acababan en el Gulag.