miércoles, 26 de agosto de 2009

El espejismo cubano

No acostumbro poner los despachos de las agencias textuales, pero este se ganó mi aplauso. Ello aunque ese tipo de música no sea del todo mi gusto. El reportaje es de Vicente Poveda, de la agencia alemana DPA.

Una canción que habla en clave de humor de los muchos cubanos que abandonan la isla para buscar fortuna en Miami está arrasando en las pistas de baile de La Habana y va rumbo a convertirse en todo un fenómeno entre la juventud del país.

Gozando en La Habana, de David Calzado y su Charanga Habanera, gira en torno a una joven cubana que deja a su novio y se va a vivir a Miami, porque quiere hacerse famosa y triunfar en el mundo de la canción. Cuando llega, disfruta de comodidades que no tenía en Cuba, pero llama a su novio diciendo que está triste y echa de menos algunas cosas con las que ha crecido en la isla.

"Dice que se siente bien, que Miami es la locura, pero le falta La Habana, el chisme y la sabrosura. Dice que tiene dinero, el carro que ella soñó, pero no encuentra en Miami, lo que en La Habana dejó", afirma la letra, en la que el novio abandonado muestra poca compasión y se burla de la chica con un "tú llorando en Miami, yo gozando en La Habana", el estribillo de la canción.

El pegadizo tema, en el que participa también el rapero Chacal, es una fusión de salsa y reggaetón, e incluye una remezcla de Cuéntame, el clásico español de los años 70. Pese a que acaba de lanzarse el álbum en el que está incluida, titulado No mires la carátula, la canción va pasando ya desde hace meses de mano en mano, en lápices de memoria, CDs y casetes, en un país en el que apenas se vende música y mucho menos hay listas de superéxitos.

En las terrazas y locales de La Habana, Gozando... consigue animar la fiesta como ningún otro éxito musical del verano (boreal): todos se levantan, bailan y cantan; después muchos se vuelven a sentar. Resulta incluso raro encontrar a jóvenes que no se sepan de memoria la letra de la canción, que se emite también en las cadenas de radio y televisión de la isla, todas controladas por el Estado.

"Estamos felizmente sorprendidos, porque nunca sabes cuándo una canción va a despegar. Hemos logrado crear un fenómeno y se está convirtiendo en un himno de la juventud cubana", afirma David Calzado, fundador de la que desde hace 20 años es una de las formaciones musicales de la isla más exitosas internacionalmente.

En conversación con la agencia DPA en La Habana, el líder de la Charanga Habanera explica que la canción no se refiere a ninguna pareja concreta, sino que la historia narrada se repite con frecuencia entre los cubanos, independientemente de si el que se marcha es hombre o mujer.

"Mucha gente que se va llega a esos países y consigue cambiar su estatus de vida. Y de repente quieren tratar de olvidar de dónde son, quiénes son, dónde están sus raíces. Quieren aparentar que todo marcha bien, pero dentro del corazón está esta cosa que es la nostalgia, la añoranza, el deseo de vivir con los suyos", afirma.

El cantante dice que la canción no tiene intenciones políticas, aunque reconoce que si en ella se habla de Miami y no de Madrid o París es porque resultaba "morboso" mencionar la ciudad de Florida, donde se han asentado decenas de miles de cubanos que a lo largo de décadas han abandonado la isla por motivos políticos o económicos.

Pero según el artista, la canción está gustando también entre estos últimos: "El disco se está lanzando también en Estados Unidos. La disquera nos dijo que la canción era muy dura para los cubanos de Miami. Por eso, hicimos una versión donde emparejamos la situación y decimos 'tú gozando en Miami y yo gozando en La Habana'. Pues bueno, no quieren esa. En las discotecas más importantes de Miami están pasando la canción que supuestamente sería polémica".

Calzado dice no ser "un ciego que dice que todo está bien" pese a las dificultades que vive y ha vivido el país, pero asegura que él nunca pensó en irse, ni siquiera en momentos difíciles, como por ejemplo en 1997, cuando entró en problemas con las autoridades cubanas después de que en un macroconcierto en el Malecón de La Habana, en plena crisis económica, su grupo sobrevolara a la multitud con un helicóptero y aterrizara en el escenario.

"Por ese concierto nos supendieron seis meses, porque se entendió que era ostentación. Ni en ese momento, en el que parecía que me suspendían la Charanga para siempre, yo pensé en irme de este país", afirma al artista, quien explica que en sus viajes por el mundo no ha encontrado la perfección ni en las naciones más avanzadas.

"En los países más desarrollados, donde hay una cosa falta la otra. El mundo perfecto no lo encuentro. Dentro de las imperfecciones, prefiero quedarme en mi medio vital, donde yo siento que la respiración es la que necesito".

Para ver Gozando en La Habana.