viernes, 28 de agosto de 2009

Conclusiones de un viaje

El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, aseguró que Estados Unidos debería implementar los anunciados permisos para que cubano-americanos viajen a la isla y Cuba tendría que responder con la eliminación de las restricciones a las salidas de sus ciudadanos. Esas son algunas de las sugerencias que Richardson hizo en La Habana, al poner término a sus cinco días de viaje a la isla.

"Hay un ambiente muy bueno, el mejor que he visto en muchos años", manifestó el gobernador en relación a una posible distensión entre los dos países. Según el político estadounidense, que viajó con una agenda oficialmente comercial, ese giro en las relaciones debería comenzar dándose pasos "humanitarios" que estimularan los nexos entre las personas en el campo como la cultura o la academia.

Bill Richardson dijo que espera que Barack Obama termine de implementar sus anuncios de una flexibilización en los viajes y el envío de remesas familiares anunciados al comienzo de su gobierno. También flexibilizar las normativas para que haya mayor intercambio científico. Agregó que paralelamente sería prudente que La Habana eliminara las trabas burocráticas y los costos para que los cubanos vayan al exterior. Actualmente las autoridades exigen una visa de salida a sus ciudadanos para ir aunque sea temporalmente a otras naciones. Además el gobierno de la isla podría entablar un diálogo con los cubano-americanos que residen en Estados Unidos.

"La normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos va a tomar tiempo, es una cosa complicada y hay muchos temas para discutir", agregó el gobernador quien aseguró no ser un enviado de la Casa Blanca, aunque informará de su viaje a Obama.