miércoles, 7 de enero de 2009

Un resumen, por favor

Raúl Castro no tiene paciencia, ganas ni tiempo para escuchar las largas intervenciones de Hugo Chávez, de la misma forma como no los tenía en los años en que su hermano, Fidel, se mandaba aquellos discursos de antología, por su extensión y por su fuerza. Quien fuera jefe de despacho de Raúl, vicecanciller y representante cubano ante Naciones Unidas, Alcibíades Hidalgo, escribe de estos detalles sabrosos del Presidente cubano en su última columna publicada el fin de semana en el diario La Tercera, de Chile. Alcibíades, quien vive en Estados Unidos desde 2002, sostiene que Raúl Castro no escuchaba "las interminables conferencias de su propio hermano, cuando éste ocupaba el cenit del escenario político cubano. A la menor oportunidad, su silla en las muchas tribunas del poder absoluto en la isla quedaba vacía durante horas, bajo el pretexto de asuntos de la más suma importancia. Las cotidianas apariciones televisivas del Comandante en Jefe no contaron nunca entre su fiel y muy cautiva audiencia con el segundo hombre de la Revolución, quien se acostumbró desde entonces a ordenar un resumen, mientras más breve mejor, de lo que dijo el Comandante", sostiene Hidalgo. Para ver la crónica pinche aquí.